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El IMSS: Tu Aliado en Salud, pero, ¿Es Suficiente?

  • Foto del escritor: Yesenia Cardenas
    Yesenia Cardenas
  • 12 ene
  • 3 Min. de lectura

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A ver, sé sincer@: ¿alguna vez te has puesto a pensar si el IMSS realmente te cubriria si llegas a tener una emergencia médica? Si tu respuesta es "sí" (o incluso "no, pero ahora que lo mencionas, tengo dudas"), no te preocupes, no estás solo. Muchos mexicanos se hacen esta misma pregunta cada vez que ponen un pie en una clínica del IMSS o intentan conseguir una cita con el doctor.


Una Gran Ayuda, Pero Saturada

El Instituto Mexicano del Seguro Social es como ese amigo que siempre está cuando lo necesitas... salvo cuando está ocupado, tiene sueño o se le olvidó contestarte el mensaje. Ofrece atención médica a millones de personas, y eso es una gran cosa. Pero, como todo en esta vida, tiene sus momentos buenos y sus momentos, digamos, mejorables.

Piensa en el IMSS como una red de seguridad básica, una especie de hamaca que te sostiene para que no te des un buen porrazo si te enfermas. Te da consultas médicas, hospitalización, cirugías y hasta medicamentos. Suena genial, ¿no? Y lo es... hasta que intentas sacar una cita con un especialista y te dicen que hay espacio en la agenda, pero dentro de tres meses. Ahí es cuando esa hamaca empieza a tener algunos agujeros y te preguntas si deberías tener un paracaídas extra.


Cuando la Emergencia No Puede Esperar

Y no hablemos solo de consultas programadas. Incluso en situaciones de emergencia, el IMSS puede estar tan saturado que podrías encontrarte esperando en plena zona de urgencias tu turno. No es culpa de nadie en particular, simplemente la demanda supera la capacidad disponible. Ahí es cuando te das cuenta de que tener un seguro privado puede ser una gran ayuda para complementar esa atención básica que el IMSS ofrece.


El Seguro Privado: Un Buen Complemento

Es justo aquí donde aparece el seguro privado de gastos médicos mayores, como ese amigo adinerado que siempre tiene un plan B para todo. ¡Y vaya que se nota la diferencia! Con un seguro privado, puedes elegir el hospital donde quieres atenderte, el médico que más confianza te da y, lo mejor de todo, no tienes que esperar semanas (o meses) por una cita. Además, si te pasa algo mientras andas de vacaciones en el extranjero, tampoco te preocupas tanto porque también estás cubierto.


No es Uno u Otro, Es Ambos

Pero ojo, esto no se trata de desechar al IMSS. Más bien es como combinar tacos con una buena salsa: el IMSS te da la base (o sea, la tortilla con su respectivo guisado), y el seguro privado es esa salsita especial que le da el toque final. Puedes mantener tu afiliación al IMSS para lo esencial y complementar con un seguro privado para esas situaciones inesperadas o tratamientos más especializados.


Doble Protección para Tu Tranquilidad

La analogía perfecta sería: el IMSS es como usar cinturón, y el seguro privado es como llevar tirantes también. Doble protección para que nada te tome por sorpresa y puedas seguir caminando por la vida con tranquilidad.

Al final, recuerda que tu salud y la de tu familia no tienen precio. Invertir en un seguro privado no es un gasto; es una manera inteligente de evitar futuros dolores de cabeza (literal y figuradamente). Así que, ¿por qué no darte esa tranquilidad extra? Después de todo, mereces cuidarte como te cuida el IMSS... o incluso un poquito mejor.


¿Quieres saber más sobre los seguros de gastos médicos mayores? Agenda una asesoria a la medida completamente gratuita.




 
 
 

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